Bogotá D.C., 05 de abril de 2013
Señores
SOCIEDAD COLOMBIANA DE INGENIEROS
Atn. Ing. Diana María Espinosa Bula
Presidente
Ciudad
Ref.: Reflexiones profesionales de la ingeniería extranjera en Colombia
Apreciada Ingeniera
Reciba un caluroso y especial saludo de bienvenida a la Presidencia del ente que representa a la Ingeniería Nacional, le deseamos muchos éxitos en su gestión y le manifestamos nuestro interés sincero en apoyar el desarrollo de actividades y gestiones que engrandezcan tanto a la ingeniería colombiana como a sus diversas ramas como la que representa nuestra Sociedad Colombiana de Geotecnia (SCG) y lo que significa su accionar por cerca ya de medio siglo.
En nuestra reciente Asamblea General de la SCG se acordó tramitar una comunicación ante la SCI e iniciar las gestiones necesarias para dar a conocer algunas inquietudes sobre aspectos particulares que afectan los proyectos y en general a la ingeniería colombiana, exponiendo una gran preocupación que tenemos los Ingenieros Geotecnistas, y seguramente, las diversas áreas de las disciplinas ingenieriles, por la masiva y fuerte presencia de compañías de ingeniería extranjeras, particular pero no exclusivamente provenientes del viejo continente, con la clara intención de planear, diseñar, ejecutar y mantener varios e importantes proyectos neurálgicos para nuestras ciudades y nuestro país.
En particular, por ejemplo en Bogotá D.C., se vienen adelantando ya desde hace algún tiempo gestiones para el diseño en Fase III de la primera línea del Sistema Metro, encontrándose que son las empresas españolas, mediante consorcios financieramente muy poderosos y por supuesto con alguna experiencia local proveniente de regiones de su país en donde se han adelantado este tipo de proyectos, las que pretenden liderar estos procesos y peor aun subcontratando “mano de obra” colombiana que es quien conoce nuestras particularidades, llevándose los réditos económicos que se derivan de este proyecto, pero además sin la obligación de vincular especialistas criollos ni dejarle al país los subproductos que normalmente se asocian a estos proyectos.
Resulta bastante preocupante que no se consideren en los programas de geocaracterización de los depósitos y suelos presentes, condiciones ciertamente complejas que se pueden derivar de su intervención durante la ejecución de los trabajos, por citar algunos: problemas relacionados con subsidencia de los terrenos, suelos blandos en las zonas lacustres o depósitos coluviales espesos en las zonas de transición ladera-parte plana, a su vez identificadas como geológicamente activas e hídricamente complejas por el tipo de litologías y la condición en que se encuentran dichos materiales. En este sentido, tanto la consultoría como la academia colombiana y bogotana, han adelantado durante los últimos 20 a 30 años, avances importantes en el conocimiento profundo de sus materiales y las condiciones que pueden llegar a representar situaciones bastante complejas a la hora de construir mega estructuras como la que significa un proyecto tipo Metro en la ciudad capital.
No menos preocupante resulta cierto “esnobismo” técnico al que en otras épocas y en la actualidad nuevamente se somete al país en el desarrollo de proyectos estratégicos como las carreteras nacionales, que no han podido consolidarse porque los estudios de base realizado bajo la orientación de entidades y compañías extranjeras, resultaron incompletos o fallidos, toda vez que no atienden particularidades geológico – geotécnicas que tienen fuerte incidencia en su ejecución, es el caso del sector 1 del Tramo I en el proyecto vial conocido como Ruta del Sol.
Este proyecto atraviesa terrenos muy difíciles y probablemente enfrentando situaciones sobrevinientes que no podían ser consideradas en la época, escala y detalle en el momento de realizar los estudios con base en los cuales se adelantaron los procesos contractuales, que le significan hoy al país estar pensando en traer “expertos internacionales” que vengan, seguramente de buena voluntad, a decirnos cómo debemos tratar nuestros materiales, cuando la ingeniería nacional ha dado muestras claras de comprender y afrontar situaciones complejas, sobre todo cuando se aúnan esfuerzos entre la experiencia y el conocimiento que aportan los diversos actores de la actividad ingenieril: entidades gubernamentales en los diferentes niveles nacional, regional y municipal, empresas de consultoría y construcción, laboratorios de ensayos de materiales, universidades y por supuesto las agremiaciones técnico-científicas, según la especificidad de la materia.
Estas y otras reflexiones que queremos plantear, esperamos tengan eco en la agremiación de la ingeniería colombiana, para que se adelanten gestiones y se adquieran compromisos inter y trans institucionales, que impacten positivamente a nuestra ingeniería. Con ese propósito, la SCG ha venido generando una serie de documentos y eventos técnicos que profundizan el conocimiento de lo regional en su campo de trabajo; muestra de ello lo constituye el recién número de su Órgano de Divulgación el Boletín Colombiano de Geotecnia, sobre el tema de “Túneles en ambientes urbanos”, que adjuntamos a la presente misiva.
Con consideraciones de aprecio y respeto, quedamos atentos a continuar debatiendo con seriedad las problemáticas que afronta la ingeniería nacional, y de las que el gremio geotécnico no es la excepción.
De usted,
Mario Camilo Torres Suárez
Presidente Sociedad Colombiana de Geotecnia
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